Reflexión: Lo que Dios quiere para ti


«Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.»
— Salmos 23:1-2

Después de haber visitado Jordania a principios de este año, estos dos versículos toman un nuevo y más profundo significado. 

Allá es todo desierto, la poca hierba que hay suele estar medio seca y mustia. Sin embargo David habla de pastos delicados, jugosos, sabrosos en medio de un lugar donde la comida es escasa y poco agradable. 

Respecto al agua, en Oriente Medio existen los wadis y el rio Jordán, cuyas aguas son turbias. Solamente si se deja reposar un tiempo el agua o por donde pasa con calma, el barro en suspensión se posa y el agua queda cristalina, con un sabor más agradable. 


El uso del futuro, “me hará”, nos recuerda que quizás ahora no estemos tomando un “plato de buen gusto” pero que tarde o temprano Dios nos dará lo que él desea para nosotros. Si vives una situación amarga ahora, no es porque Dios así lo imponga, lo que él desea de verdad es darte lo mejor, la comida más delicada y exquisita.

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