Reflexión: Cuando todo está perdido


«Y ellos respondieron: Quita allá; y añadieron: Vino este extraño para habitar entre nosotros, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que a ellos. Y hacían gran violencia al varón, a Lot, y se acercaron para romper la puerta.»
— Génesis 19:9
Según este texto Lot recibió maltrato (¿golpes?) antes de que Los Angeles lo salvaran de la paliza.
Como dice el refrán, “Dios aprieta pero no ahoga”, sin embargo, ¿qué habría pasado si Lot, en vez de intentar defenderse solo y defender a Dios con sus propios argumentos, hubiese pedido ayuda a los visitantes para defender la causa? ¿Falta de confianza (fe)?
Los golpes que recibimos a veces son por no dejar a Dios tomar plenamente las riendas de ciertas situaciones de la vida.
Lo bueno es que, ante la imposibilidad de defenderse Lot a sí mismo y a los que quería proteger, pues ya se habían acercado los hombres a la puerta para romperla, cuando todo está aparentemente perdido, es cuando Dios interviene.

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