La Deidad: El Gran Soberano (2 de 4)

El Gran Soberano.

Introducción:


Para poder amar a Dios, hay que conocerlo, pues no se puede amar a alguien que no se conoce. También sabemos que se puede conocer a Dios, aún estando limitados.

Para conocer a Dios se ha de tener algo más que la intelectualidad, y es el “corazón”. Vimos que el Espíritu Santo trabaja sobre el corazón humano. Además vimos las evidencias de la existencia de Dios en la creación y la evidencia interna en la Escritura. Nadie que existe trata de probar su existencia, simplemente se presenta a los demás. Así hace Dios en la Biblia.

El Dios de las Escrituras.


Dios tiene muchas cualidades, y esto se ve, entre otros medios, a través de los nombres de Dios.

Los nombres de Dios.

No es nuevo el saber que los nombres tenían una gran importancia en el Oriente antiguo. El nombre era una manifestación del carácter de la persona que lo tenía, y por eso, cuando se hacía un gran cambio en la vida de alguien, se le cambiaba el nombre. Por ejemplo, el caso de Noemí:RVA Ruth 1:20 Y ella les respondía: –No me llaméis Noemí; llamadme Mara, porque el Todopoderoso ha hecho muy amarga mi vida.

El tercer mandamiento reza así: Éxodo 20:7 “No tomarás el nombre de Jehová, tu Dios, en vano, porque no dará por inocente Jehová al que tome su nombre en vano.”

Los nombres hebreos El Elohim (Dios) revelan el poder de Dios, se puede traducir por “Todopoderoso”. Otros nombres como El Elyon (Dios Altísimo), o Adonai (Señor) dan la imagen trascendente de Dios, su gran majestad, nos dice que Él está por encima de su creación. Por eso se usa el nombre de Elohim en el relato de la creación en Génesis 1.

Respecto a los nombres de Dios para identificar su relación con los hombres, está El Šadai que significa “Todopoderoso” respecto al hombre, como su ayudador. Es una fuente de bendición inagotable para el hombre. Otro nombre es Yahweh, traducido erróneamente por Jehová. Esto significa “El que es” el único que tiene existencia en sí mismo. Pero este nombre nos recuerda los pactos de fidelidad que Dios ha hecho con nuestros antepasados espirituales. Otras veces se ha mostrado como “Padre” en el ATDeuteronomio 32:6 ¿Así pagáis a Jehová, pueblo loco e ignorante? ¿No es él tu padre, que te creó? Él te hizo y te estableció.

Esto es sólo un pequeño resumen acerca del enorme campo de los nombres de Dios.

Las actividades de Dios.


Los escritores bíblicos pasan más tiempo escribiendo acerca de lo que Dios hace que de su propia esencia. Vamos a hacer un breve repaso de las distintas funciones con que es descrito en la Biblia: Dios es el Creador (Gen. 1), quien además de crear el mundo lo sustenta, Sustentador (Heb. 1:3), Redentor y Salvador. Dios hace planes (Isa. 46:11), predicciones (Isa. 46:10), y hace promesas (Deum. 15:6). Perdona pecados (Exo. 34:7), y en consecuencia de todo ello, merece nuestra adoración (Apo. 14:6, 7).

Como acto o rasgo característico en todas las Escrituras tenemos a Dios como Gobernante, “Rey de los siglos, Inmortal, Invisible, … Único y Sabio Dios” (1 Tim. 1:17).

Los atributos de Dios.


Son sus atributos lo que nos declaran más acerca de la esencia de Dios. Por ejemplo, hay atributos que no se han dado a explicaciones, como en Juan 5:26 donde dice que “El Padre tiene vida en sí mismo”. Esto nos dice que Dios tiene existencia propia, y no derivada de otro ser vivo como nosotros.

Su voluntad no depende de nada ni de nadie, según Efesios 1:5. Su poder es propio, no tiene ninguna otra fuente externa, como dice en Salmo 115:3 ¡Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho! Conoce todas las cosas, esto es, es Omnisciente, como dice Salmo 147:5 Grande es el Señor nuestro y mucho su poder, y su entendimiento es infinito.

Como Alfa y Omega, deducimos que conoce el fin desde el principio (Isa 46:9 – 11: 46:9 Acordaos de las cosas anteriores ya pasadas, porque yo soy Dios, y no hay otro; yo soy Dios, y no hay ninguno como yo, 10 que declaro el fin desde el principio y desde la antigüedad lo que no ha sido hecho. Yo digo: “Mi propósito será establecido, y todo lo que quiero realizaré.” 11 Yo llamo del oriente un ave de rapiña, y de tierra lejana al hombre de mi propósito. En verdad he hablado, ciertamente haré que suceda; lo he planeado, así lo haré.).

Omnipresente Hebreos 4:13 “Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta”.

Es eterno Salmo 90:2 Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde la eternidad hasta la eternidad, tú eres Dios.

Dios es Todopoderoso, Omnipotente. Esto nos asegura que no hay nada que no pueda proponerse y hacerlo. Mateo 19:26 Jesús los miró y les dijo: –Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible.

Dios no cambia, es Inmutable, esto nos da la seguridad de que no habrá sorpresas con Él ni con su carácter. Tenemos la certeza de su estabilidad eterna. Esto es así porque Dios es perfecto, si no fuese así, tendría algo que mejorar, y por lo tanto sería susceptible de cambio. En Malaquías 3:6 leemos “Porque yo Jehová no cambio”. O como dice en Santiago 1:17 Toda buena dádiva y todo don perfecto es de lo alto, que desciende del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.

Estos atributos son inexpresables en todo su sentido para el entendimiento humano. Son atributos que no se pueden traspasar a los hombres, pues son únicamente suyos. Nosotros no podemos tener vida en nosotros mismos como la tiene Dios, por ejemplo.

Pero Dios tiene otros atributos que sí nos puede comunicar, hacer llegar a nosotros. Son, entre otros, el Amor (Romanos 5:8 Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.) La Gracia(Rom. 3:24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús). La Misericordia (Sal. 145:9El SEÑOR es bueno para con todos, y su compasión, sobre todas sus obras). La Paciencia (2 Ped. 3:15 tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito). La Santidad(Sal. 99:9 Exaltad a Jehová, nuestro Dios, y postraos ante su santo monte, porque Jehová, nuestro Dios, es santo). La Justicia (Juan 17:25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste). LaVerdad (1 Juan 5:20 Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna). Estos dones son inseparables del que los da, es decir, de Dios. Por lo tanto, aunque nos los da a nosotros, también lo definen a Él.

La Soberanía de Dios


La Biblia define y aclara la soberanía de Dios. Pues según Daniel 4:35 vemos que “Él hace según su voluntad… y no hay quién detenga su mano”. También sabemos por Apocalipsis 4:11 que Dios creó “todas las cosas, y por su voluntad existen y fueron creadas”. El salmista dice en Salmo 135:6 “Todo lo que Jehová quiere, lo hace en los cielos y en la tierra”. No en vano la costumbre, que de paso, se está perdiendo, de decir “Si Dios quiere”, es bíblica. Ya nos dio ejemplo Pablo en Hechos 18:21 donde dice “volveré a vosotros, si Dios quiere”. Santiago nos amonesta a seguir el mismo ejemplo, nos dice en su epístola, cap. 4:15: “Deberíais decir: si el Señor quiere viviremos y haremos esto o aquello”.

Conclusión


Es consolador ver que tenemos un Dios tal, que tiene estas características y peculiaridades, pues a mí me reconforta el saber que hay un Ser que no varía ante ninguna circunstancia y que siempre responde ante sus promesas. Más de una vez y de dos me ha fallado alguien en quien confiaba para hacer una cosa u otra, otras veces he sido yo mismo quien ha fallado a otros que esperaban algo en mí. Es tranquilizador saber que Dios está ahí, pese a todo, y que no cambia de parecer según sean las circunstancias, no se agobia, no cambia de humor, etc.

Hemos visto que sus diferentes nombres nos revelan cualidades de nuestro Dios. Y que lo que más nos dice de una persona son su actos, por eso en la Biblia tenemos continuas referencias a los actos de Dios, “Yo soy Jehová que te sacó de la tierra de Egipto”, etc. Lo que hace una persona suele hablar más fuerte que lo que dice acerca de sí mismo o de sus ideas. Por último hemos visto los atributos de Dios, que se corresponden con sus nombres. Especialmente los nombres se corresponden con atributos de Dios que no pueden sernos transferidos, así que siguen cumpliendo su función definitoria acerca de Él mismo. Aquellos atributos de Dios que no le dan nombre sino adjetivos, son los atributos que Dios sí puede transferirnos.

La soberanía de Dios queda clara en los textos hasta aquí leídos, no está sujeto a nada ni nadie. Puede hacer su voluntad de forma plena. Ahora surge una pregunta, ¿y con el ser humano? ¿Puede hacer su voluntad con el hombre? Vuelvo a insistir en la misma idea que expongo desde el primer día. Depende de lo que creamos, afectará de forma seria una doctrina. Depende del concepto que tengamos de Dios, puede derivarse una idea u otra.

En este punto surgió la teoría calvinista de la predestinación, que hoy día aún sigue deambulando por el mundo. La próxima semana veremos qué dice y qué no dice la Biblia acerca de la Predestinación. Es importante tener las ideas doctrinales claras, no sólo “lo básico”, que no es sino el fruto del conjunto de todas estas conclusiones. Recordemos que una doctrina no es un monolito, sino que se compone de muchas más ideas que no son periféricas, como a veces las vemos, sino que forman parte de la misma doctrina, y al quitarlas o entenderlas mal, debilitamos la doctrina.
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